Ella o yo... o las 2 y Lady J

Ella o yo... o las 2 y Lady J

martes, 2 de julio de 2013

Vehemencia.

Por algo esta palabra termina tan parecido a demencia...

Quisiera tomar un algodón con acetona, abrir la puerta de mi personalidad y restregar ese algodón de forma compulsiva sobre esta terrible característica de mi personalidad. Algunas veces me gustaría que no me importaran tanto las cosas, ser una autómata, cabeza hueca, y andar por la vida como una tonta inescrupulosa que busca lo normal... Solo mi beneficio. Algunas veces quiero justificar esto diciendo que mas que vehemencia es pasión, pero la pasión no incluye la grosería y el daño a mis seres queridos. Las personas como yo, deben morir en soledad, como cuando un árbol cae en el bosque y nadie se da cuenta. Siento que soy la triste interrupción de la vida feliz de todos los demás. Como una vez me dijo alguien cercano, en medio de su inocente sinceridad: "Tu lo único que haces es empeorar las cosas". Mi objetivo siempre fue cambiarlas, para mejor, tratar tal vez de alertar a la gente al decirle lo que yo llamo "las verdades"; pero al no saber decir las cosas de forma asertiva, solo provoco un caos que termina en sufrimientos propios y ajenos. Oí una vez a un genio decir que cuando la gente se queja porque quieren decir las cosas pero nadie los escucha, es porque están haciendo algo mal. Es terrible saber perfectamente que estas haciendo mal y no poderlo ni quererlo cambiar. Menos mal que los gatos no entienden las palabras, porque así por lo menos tendré la garantía de que tal vez, mi gato sea el único que oiga el árbol en el bosque caer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario